“La medicina no ha sido capaz de curarme, por lo que dependo de la tecnología para poder comunicarme y para vivir,”
Esta frase la decía el profesor Stephen Hawking el martes 2 de diciembre de 2014 en Londres en el acto de presentación de la nueva silla que los ingenieros de Intel le habían creado.
Fueron necesarios tres años de trabajo, hasta ese momento, para que el científico británico se comunicara con el resto del mundo hasta diez veces más rápido de lo que lo hacía hasta entonces,
también con otro sistema producido por la misma compañía americana.
Con la nueva silla, el sensor que tenía Hawking en la mejilla era detectado por un conmutador infrarrojo montado en sus gafas, lo que le permitía seleccionar caracteres en su ordenador.
La integración de la tecnología de software lingüístico
La integración de la tecnología de software lingüístico de la compañía británica SwiftKey,
una appde texto predictivo,
mejoraba la capacidad del sistema para aprender del profesor, prediciendo sus próximos caracteres y palabras.
Durante dos años ingenieros de Swiftkey trabajaron en un modelo de lenguaje personalizado para Hawking,
similar al de la aplicación que actualmente integran muchos teléfonos móviles.
El sistema aprende de lo que el usuario ya ha escrito en correos,
mensajes o post en redes sociales para anticipar las palabras.
Según Intel, con este sistema Hawking solo tenía que escribir menos del 20% del total de los caracteres comunicados.
Hasta la presentación del nuevo sistema, para realizar una simple búsqueda Web el profesor Hawking tenía que cerrar su ventana de comunicación,
desplazar el puntero para ejecutar su navegador,
moverlo de nuevo a la barra de búsqueda y escribir los términos de la búsqueda.
El nuevo sistema presentado en Londres a finales de 2014 automatizaba todos estos pasos.
El antiguo sistema que utilizaba el científico británico fallecido era como “intentar utilizar aplicaciones y páginas web modernas sin disponer de teclado ni ratón,”
decía en su día Wen-Hann Wang, vicepresidente de Intel y director ejecutivo de Intel Labs.
Hoy este sistema bautizado como Assistive Context-Aware Toolkit (ACAT) está disponible para los más de tres millones de personas que en el mundo sufren la misma enfermedad que terminó con la vida de Stephen Hawking a los 76 años.
Gracias a ACAT, y a herramientas que hoy se utilizan en el ámbito de la inteligencia artificial,
el profesor británico pudo comunicar al mundo muchas de sus teorías,
pensamientos y estudios científicos, entre ellas sus teorías del Big Bang y los agujeros negros.
Fuente: muyinteresante.es
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